Dioses

Vaya vaya… y es que estoy rodeada de ellos!!
Si en la universidad un profesor trama estrategias con Eros, en casa vivo con un aspirante a Dios.
Bajito, delgado y moreno, come light y aporrea la guitarra a la vez que dice cantar algo de Ryan Adams. Y es que a él, solo le gusta la buena música, “Takeva haber si aprendes, esto es música!!”.
Su frase favorita: “No soy dios porque no se hacen oposiciones”… No, si el condenado es ingenioso.
Pero vamos… mi padrino ya solía decir (y no se cansa de repetir): “No soy dios, pero soy lo más parecido a él.”
Aix… cuanta pretensión!!! Y la humildad? Mmmm creo que esta palabra no esta en sus diccionarios, pero ¿para que la necesitan? A caso no son dioses?

Tanta soberbia y sabiduría junta no es buena… pero he de reconocer que me lo paso muy, muy bien con estos pequeños dioses, esas ratas sabias son realmente divertidas! Y desde luego no te aburres, cuando no te entran deseos de matarlos, les darías una patada para elevarlos hasta el Olimpo, aunque la mayor parte del tiempo me miran, y me perdonan esa sonrisa burlona y ojos incrédulos a los que se les escapa un: Dios mío!!

Lastima que hoy en día, muchos de estos dioses hayan perdido el mundo de vista. Aún no me creo eso de que los tiempos de los Dioses se acabaron.