Pecado

Mañana el mundo girará, mañana el mundo parecerá un infierno, mañana sentiré el remordimiento y las preguntas vendrán, mañana la razón seguramente me apoderará. Siempre me gusto morder esa manzana, y esa tentación de lo prohibido fue sólo un incentivo, nadie paró esos músculos, nadie tapo ese sol y el resplandor de la mañana humedeció esas mentes, nadie ganó al latir del corazón que batió la razón, enredaderas de manos, alientos y gemidos fundieron abrazos, envenenaron esos labios, extasiaron esos ojos y susurros de sinceras palabras drogaron los sentidos. Pasiones de sangre ardiente, inconcientes actos, instintivos reflejos y el ardor de los rayos de sol abrasando carnes que desgastaban placeres. Quien dijera que no había belleza es que no entendió el abrazo de ese pecado concebido o no probó la dulzura de esa mentira enmascarada en una manzana prohibida.