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Inventas, reinventas y vuelves a inventar. Das 1 paso hacia atrás y 3 hacia adelante, no importa hacia donde mires, esto es un adiós como los de siempre, ese el cual se lleva el viento hasta que se pierde, porque al fin y al cabo todo vuelve. Gran legado el de Morfeo, ya que los sueños nunca mueren aunque me dijeron que no soñara con la luna porque su luz no es infinita, gran desdicha la mía, porque cada noche la contemplo como un gato, menguante, creciente, nunca muere y yo me alegro.
Si tuviera que elegir, elegiría no elegir, pero muchas veces me han dicho que la vida es un conjunto de elecciones, que aparecen de repente, como un sarampión que crece y no queda más remedio que tomar decisiones. Pero yo creo que la vida es un aprendizaje constante, que la verdad es relativa y que el azar es importante. Reflexiona, piensa y analiza me aconsejan, pero sin riesgo la vida no es divertida, “boom boom” hace el corazón y “boom” la bomba que explota. Si todo estuviera planeado, si todo estuviera pensado, si supiera mi destino, entonces me preguntaría: ¿Qué me queda de vida? ¿No es mejor lanzarse en el vació? ¿No es mejor romper la monotonía y que decida el destino? Sigo mi objetivo sin pensar en el futuro, la mirada fija, el corazón firme. No me congelo, pues soy de fuego, llegar a la luna y quemarla y que brille como nunca lo hizo, que en la tierra vean su esplendor, que la confundan con el sol.
Sigo mis sueños, la llama nunca se apaga, se apacigua y luego luce, renace y brilla hasta que se quema en ella misma.